martes, 28 de febrero de 2012

Antonio Huertas: No interesa resolver el 11-M

"Los políticos no quieren saber lo que realmente pasó el 11-M"
29 FEB 2012 | Santiago Mata
Antonio Huertas, autor de ‘Madrid, trama de un jueves siniestro', reflexiona en su novela sobre los atentados terroristas.
●Hallan restos de uno de los focos de explosión del 11-M


Nacido en Jaén en 1952, Antonio Huertas Abolafia es licenciado en Derecho e inspector de Hacienda. Su primera novela publicada, Madrid, oscura trama de un jueves siniestro (Buenaventura Editorial) parte de los sucesos del 11-M.
-¿Por qué el trasfondo del 11-M?
-Porque me causó una gran impresión. Ese día yo iba en un tren y nos hicieron bajar de él en Pitis, al producirse los atentados. Se me quedó marcado, y pensé que podría haberle pasado a cualquier usuario del tren.
-¿Critica a los políticos de todo signo?
-Sí. Creo que no quieren saber lo que realmente pasó, no ponen los medios.
-Su profesión se refleja en la novela. ¿Hay tanto fraude?
-Sí, mucho.
-¿La sociedad es hipócrita respecto al 11-M?
-Nos olvidamos pronto de las tragedias que no nos afectan directamente.
-¿Con qué le gustaría que se quede el lector?
-Con que siempre hay algo que hacer, que se haga justicia. Que no nos podemos olvidar de la gente que sufre.
-¿Debería continuar el juicio sobre los atentados?
-A todo el mundo le da igual. No paran de salir datos sobre el 11-M y un juicio que parecía que iba a sacar una parte que se había escondido, ha sido archivado.
-¿Hay algún sistema que le parezca más justo?
-El norteamericano, es más objetivo.
-¿En el mundo cultural existe también esa hipocresía en vez de denuncia y decir la verdad?
-Hay demasiado apego al poder. Entre las personas que representan la cultura no hay una crítica social.
-¿La cultura es servil respecto a la política?
-Muy poca gente es capaz de mostrar su disconformidad abiertamente. Está sujeta a las consignas de una ideología.
-Sin embargo, el pueblo parece buscar la verdad.
-Sí, pero la gente tiene poca influencia. Sólo podemos votar cada cuatro años. Ahí se acaba nuestra influencia.
-¿Qué solución ve?
-Soy pesimista, pero siempre queda una llama de esperanza de que haya alguien o algo que nos despierte a todos y que nos empuje a luchar contra la podredumbre.
-El costumbrismo presenta al español como persona que hace trampas. ¿Cómo cambiarlo?
-Hay una mala división de poderes.
-En EE UU los ciudadanos vigilan al Estado, aquí el Estado vigila a la gente, ¿no se siente vigilante por su profesión?
-Desde el punto de vista de los impuestos nos corresponde vigilar que las personas paguen sus impuestos y hay bastante fraude.
-¿Qué proyectos tiene ahora?
-Estoy escribiendo otra historia con los mismos personajes pero no dejo el 11-M, y espero continuar la trama de esta novela, con otras historias que pueden completarla.
-¿El 11-M es un trauma oculto como la Guerra Civil, que queda como no resuelto?
-Creo que todos estamos atentos siempre que surge alguna noticia sobre el 11-M y tenemos la esperanza de que se resuelva.
-¿El olvido no es consecuencia de una mentalidad según la cual cada uno es culpable de su mala suerte?
-Hubo intención de hacer daño. La mala suerte le tocó a las personas que tomaron aquellos trenes, pero cualquiera podía haber sido víctima. Fue como un shock para toda la sociedad, pero es cierto que se ha olvidado.
-¿Existen instituciones que se salven de esa apatía general que parece afectarnos a todos?
-No, el tiempo hace que nos volvamos apáticos todos, el 11-M queda ya muy lejos y el tema se va olvidando.
-En su novela se muestra también contrario al aborto. ¿Es también consecuencia de la apatía y la hipocresía?
-Estoy en contra del aborto porque me parece tremendo matar bebés. Me quedé muy impresionado después de ver un reportaje de televisión en el que mostraban cómo se llevaba a cabo.

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